Journal 2020.


Una nueva semana de vacaciones, aunque son “obligadas” (vacaciones colectivas) he sacado gran provecho de estos días de descanso.  

El lunes (festivo de reyes) fue la “piñata del niño Dios”, una tarde en la que la familia Cardozo Peña nos invita a celebrar el verdadero sentido de la navidad y nos da la excusa perfecta para compartir un rato en familia.   Me encantan las tradiciones y esta ya se convirtió en una que todos los años esperamos.

El miércoles hicimos una “celebración” de navidad con las niñas y jugamos al regalo robado.  Pudimos reunirnos tooooodas, comimos helado y nos divertimos mucho, ademas cada una dio y recibió un regalo con el corazón.  No hay forma de que el tiempo que paso con estas mujeres sea aburrido ni suficiente.
El viernes Dianis nos invitó a su casa para celebrar Año Nuevo.   Cenamos, charlamos, escuchamos “faltan 5 pa las 12” y quemamos el año viejo.   Aunque no soy mucho de celebraciones de Año Nuevo, me hacía falta tener estos rituales y me sentía triste por no haber hecho nada de eso y, aunque hace muchos años mi hermana vive lejos, aún me hace falta su presencia en estas fechas, ella siempre fue mi navidad...  Fue lindo quemar el año viejo con esas cosas del 2019 que queremos dejar atrás, hacer la cuenta regresiva (5-4-3-2-1...Feliz año!) y empezar a concretar propósitos para el año que inicia.  Le di una uva a Gaby y le dije, cuál es tu mayor deseo y me contesto “ir a Boston a ver a mi prima y darle un abrazo”.  Así que mi primer propósito es hacer realidad ese deseo de mi hija.

Y para terminar la semana fuimos a una fiesta de 15 años, la primera a la que va Ela y la gozo de principio a fin, aguanto mucho más de lo que pensábamos, bailó con los tíos, los primos, el papa y la mamá.  Como a las 11 pensamos que ya se iba a dormir, pero ella nos pidió esperar hasta que cantaran el cumpleaños y comiéramos torta... al final logramos convencerla de salir a la 1 de la mañana!

Estuve muy feliz en esta celebración, mi BB me hizo falta, pero se que está muy pequeñito para llevarlo a una fiesta así.   Me encanto ver cómo Ela disfrutaba “la rumba”, recordé que Ed es un buen parejo de baile y sobre todo, sentí que amo a mi familia y que los malos tiempos y sacrificios que he hecho valen la pena por instantes como este. 

Comentarios

  1. No sabía que habías vuelto al blog! Que lindos recuerdos, no sé si llorar o reír con todo lo que hemos disfrutado en la vida.

    Te quiero

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